Un remedio casero para las uñas frágiles, que se abren o se rompen con gran facilidad y presentan sequedad haciéndose visibles unas líneas blancas sobre la lámina. Lo que vamos a intentar con esta fórmula es conseguir unas uñas mucho más hidratadas y por decirlo de alguna manera más elásticas por lo que será más difícil que se nos partan.
Necesitamos aceite de ricino que lo venden en las herboristerías y un limón, para su preparación usaremos un bol donde nos entren bien las manos o al menos una mano así desperdiciaremos menos producto. En el bol echaremos medio vaso de aceite de ricino con un chorrito de limón por ejemplo como una cucharita de café, lo mezclaremos bien y ya está listo.
La mejor forma es sumergiendo las uñas en el bol, que se cubran completamente, nos mantendremos así unos cuantos minutos para que realmente haga efecto y se hidraten bien las uñas. Podemos realizarlo más de una vez al día, procurando siempre que luego no vayamos a mojar las manos con agua para que el aceite siga actuando.
No solo conseguiremos unas uñas más flexibles sino que gracias al limón se verán más blancas.
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